Licda. Emily Denisse Feliz Martínez
Abogada Asociada en Bufete Lugo Lovatón
Las marcas de certificación son los signos reservados a determinados productos o servicios, los cuales, para portar dichas marcas, es necesario que lleven a cabo un proceso de control de calidad. Estas, a su vez, les aportan cierto nivel de prestigio en el mercado pues, al momento de ser percibidos por el consumidor, desbordan peculiaridades específicas. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) establece que la marca de certificación, o la marca de garantía como se conoce en otros países, es un signo distintivo destinado a ser aplicado a productos o servicios cuya calidad u otras características han sido controladas, verificadas o certificadas por el titular de la marca.
A diferencia de otros signos distintivos, las marcas de certificación se caracterizan por rodearse de un aspecto bastante particular que constituye un elemento esencial para poder identificarla, siendo esta la función de garantía que ofrece a los consumidores . En estas marcas se desvanece la función indicadora del origen empresarial y pasa a ocupar un papel protagónico la función indicadora de la calidad de los productos y servicios.
Las marcas de certificación pueden ser registradas ante la institución pertinente por cualquier persona, ya sea física o jurídica. Los titulares de dichos signos tienen como responsabilidad el control de calidad de los productos o servicios que pretenden hacer uso de ellas. Estos no solo limitan sus funciones a conceder autorizaciones para que los terceros puedan utilizarlas, al contrario, se encuentran obligados a fijar y poner en práctica las oportunas medidas de control de calidad de los productos que buscan portarlas.
Al tratarse de marcas cuya función es certificar o garantizar que los productos o servicios que distinguen se encuentran dentro de los patrones o estándares preestablecidos por su titular , las características que sobresalen de estas deben encontrarse recogidas en el Reglamento de Uso, naturalmente elaborado por el o los mismos titulares.
A nivel normativo, la marca de certificación se encuentra regulada en la legislación dominicana, específicamente en la Ley 20-00 sobre Propiedad Industrial, modificada por la Ley 424-06. Esta, en su artículo 70 inciso c), conceptualiza la misión o, mejor dicho, la finalidad del signo, indicando que se trata de una marca aplicada a productos o servicios de terceros, cuyas características o calidad han sido certificadas por el titular de la marca. De igual forma, la Ley recoge los requisitos necesarios para el registro de este tipo de marcas entre otras eventualidades , las cuales se encuentran a cargo de la Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI).
En lo que concierne a los productos agrícolas, las marcas de certificación tienen un espacio muy especial y un objetivo muy claro de identificarlos conforme a elementos muy específicos, ya que estas les proporcionan a los productos calidad, prestigio y seguridad de cara al consumidor. En República Dominicana existe un ejemplo contundente de esto, contemplado en la marca de certificación “Café Monte Bonito”, propiedad de FUNDACIÓN SUR FUTURO, INC., para café en la clase 30 internacional, y representa la primera marca de certificación de café en el país.
FUNDACIÓN SUR FUTURO es una organización privada sin fines de lucro que inició sus operaciones en el año 2001, para promover el desarrollo y bienestar social de las comunidades vulnerables de la República Dominicana . Mediante un proceso participativo y con el apoyo directo del hoy denominado Instituto Dominicano del Café (INDOCAFÉ), así como la participación activa de los productores cafetaleros de la provincia de Azua, y el municipio Bohechío de la provincia de San Juan, la FUNDACIÓN SUR FUTURO gestionó y obtuvo la protección legal de la marca de certificación dominicana Café Monte Bonito.
Cumpliendo con la obligación de proteger las medidas de control de calidad, FUNDACIÓN SUR FUTURO, INC., así como los delegados, técnicos y productores de Café Monte Bonito, se encargan de verificar que la zona de plantación del producto del café está siendo manejada adecuadamente, que los métodos de producción no impactan el medio ambiente y que las condiciones de calidad final del producto son las requeridas . De la misma manera, los agentes acompañan a los productores de café, ofreciéndoles asistencia técnica y capacitación en esta área tan particular.
Entre los requisitos que deben completar los productos que quieran llevar la marca de certificación Café Monte Bonito, cuyo eje central es la exportación del café como materia prima, se encuentran, i) que debe de ser un producto de café 100% producido en territorio de República Dominicana, particularmente en la provincial de Azua y el municipio de Bohechío en San Juan de la Maguana y ii) que el mismo debe ser obtenido y trasformado mediante procesos artesanales y mecánicos que aseguran la conservación de las características físicas, químicas y sensoriales de la zona .
Café Monte Bonito, como marca de certificación, asegura ingresos dignos para las comunidades productoras de café de la mano del sustento a su desarrollo, perfeccionamiento y adopción a nuevas vías tecnológicas para el incremento de la productividad . De acuerdo con Melba Segura de Grullón, presidenta de la FUNDACIÓN SUR FUTURO, gracias a la certificación, promoción y comercialización del Café Monte Bonito, el café, y todo lo que conlleva este, se convierte en una apuesta a la sostenibilidad ambiental, social y económica.
Dentro de los beneficios que surten las marcas de certificación a los productos del sector agrícola, es importante destacar la creación de valor agregado a todos los niveles de una cadena de producción determinada . De igual forma, demuestran que la producción fue llevada a cabo cumpliendo los requisitos del mercado, mejoran la inserción de nuevos productores en el comercio y se garantiza la trazabilidad de sus productos . Tanto nacional como internacionalmente, las marcas de certificación abren las puertas a este sector tan significativo, pues garantizan al consumidor la forma de elaboración de los productos.
El valor agregado que reflejan las marcas de certificación en el sector de los productos agrícolas no solo se limita a una dinamización del sistema económico, sino que también contribuyen a la preservación del medio ambiente y a la mejora de la calidad de trabajo y de vida de los agricultores, de forma que promueve la inserción de estos al empleo formal, obteniendo así una economía más inclusiva y diversificada. El aumento de la promoción, difusión y conocimiento de las marcas de certificación en el sector agrícola de República Dominicana son necesarios para dar a conocer esta herramienta tan sustancial que nos brinda la ley, tal y como ha ocurrido con Café Monte Bonito. Esto reflejaría una mejora significativa para los productores y, a su vez, les aportaría una cantidad inmensurable de beneficios como los anteriormente mencionados.
Las marcas de certificación en el sector agrícola aseguran al consumidor que los productos cumplen con estándares de calidad a nivel de consumo, así como también el origen de estos, que los productores llevaron a cabo medidas amigables al medio ambiente, tales como la conservación del suelo, la protección del agua y el manejo de desechos. Asimismo, que fueron tomados en cuenta los ingresos del productor, así como su salud y seguridad en el trabajo, según lo exija el mercado .
Las marcas de certificación, sumado al hecho de proporcionar prestigio a los productos que las portan, identifican el manejo y los atributos del producto, así como, de igual manera, los derechos del productor que fueron tomados en cuenta para ofrecer los productos al mercado. Todo esto en aras de satisfacer las necesidades y llenar las expectativas de quienes los consumen pues, como bien es sabido, el éxito de un producto y su comercialización se basa en el conocimiento y en el cumplimiento de las exigencias del consumidor.
Es imperativo el informar y promover, entre los agentes que intervienen en los procesos relativos al sector agrícola, sobre este tipo de marcas que, gracias a los beneficios que desprenden, significarían un aumento de líneas de productos de calidad y del compromiso de los productores nacionales. El incentivar el consumo de productos agrícolas dominicanos, a través de las marcas de certificación, no solo en el mercado nacional, sino que también en los mercados internacionales, debe ser un objetivo fundamental para República Dominicana, para así alzar aún más el tan arraigado orgullo dominicano.
Originalmente publicado en la revista institucional ONAPI INFORMA, edición 3, junio 2024, titulada “Propiedad Industrial: impulsando el emprendimiento, la innovación y la tecnología”. Disponible en: https://www.onapi.gov.do/images/pdf/Revistas/Revista%203ra%20Edicion.pdf